miércoles, 20 de febrero de 2008

Seek time

Si en un procesador la característica estrella es la frecuencia a la que funciona el núcleo, en un disco duro lo más valorado es su capacidad. Ahora se habla en Gigas y se comienza a hablar en Teras, pero pocas veces reparamos en que el disco duro de un ordenador es un increíble prodigio mecánico que gira a 7.200 r.p.m. y sobre cuya superficie levitan cabezales magnéticos del orden de micras.

El cabezal de tamaño microscópico lee y escribe datos sobre un punto de la superficie del disco que como gira termina dibujando un círculo imaginario o pista (track). A 7.200 r.p.m. el disco gira 120 veces por segundo o dicho de otra manera, tarda 8,3 ms en completar una vuelta. Cuanto más pequeño sea este tiempo más datos puede leer el cabezal.

Precisamente los cabezales se han miniatuarizado con la finalidad de conseguir pistas más finas, de forma que en un radio de una pulgada puede haber hasta 5.555 pistas y con ello las capacidades de los discos aumentan de forma notable, 22 pistas juntas tienen el mismo grosor que una hoja de papel. En estas dimensiones tan minúsculas el cabezal cambia de pistas mediante un movimiento transversal de enorme precisión, como los datos se encuentran desperdigados por diferentes pistas el brazo que soporta el cabezal se mueve frenéticamente del interior al exterior del disco, la velocidad con la que hace este movimiento se denomina Seek time.


Por tanto además de en la capacidad, debemos fijarnos en estas características que hacen que un disco duro sea mejor que otro, y en la mejor combinación posible entre estas dos velocidades, un valor medio que se denomina Tiempo de acceso.

Ah, confórmate con ver las animaciones gif, un disco duro esta herméticamente cerrado, si entrara una simple mota de polvo en su interior sería una catástrofe para los cabezales. Si abres un disco duro ya puedes olvidarte de él.

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